Hermès vuelve a erigirse gurú de la moda creando estilo más allá de sus exclusivas creaciones. Adquirir un carré (así se llaman sus emblemáticos pañuelos) de la marca es invertir en una pieza casi de coleccionista, un legado a transmitir de padres a hijos, en pleno reinado de la moda unisex. El valor de la tradición artesana se imprime en estas piezas de seda cuadradas que cada temporada adoptan los estampados más originales y coloristas. Los hay de todos los estilos, desde el más clásico al más vanguardista, mostrando que el mundo del carré Hermès trasciende al de los complementos, convirtiéndolo en pieza clave en cualquier outfit.
Además, Hermès ha querido dar pistas de estilo a su cada vez mayor número de adeptos con una sencilla pero útil guía sobre las mil y una formas de lucir un carré, un carré Hermès, trasladable a cualquier pañuelo que se preste; eso sí, nunca será lo mismo…
Las diversas formas de doblarlo y anudarlo que presenta la marca elevan a sus carrés a la categoría de eternos, adoptando diferentes estilos que se adaptan a quien los lleva. Doblándolos por la mitad hasta lograr un triángulo y a su vez en forma de abanico, se consigue un exclusivo anudado al estilo boyscout. Conservando la forma triangular y anudándolo alrededor del cuello, obtenemos un efecto pañoleta para los más atrevidos, que convertirá un sencillo outfit en toda una apuesta de moda. Si en cambio, el doblado se realiza de manera paralela a cualquiera de sus lados y se vuelve a plegar en formato acordeón, el pañuelo adopta forma de corbatilla, ideal para los looks más lady.
La lista es casi infinita, el carré como pieza eterna en cualquier armario que trasciende a toda tendencia. Y para conservarlo bien, sólo hay que recordar no plancharlo nunca y enrollarlo en papel antes de guardarlo. Et, voilà! Un carré es para siempre.
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