La denominación de exclusividad y edición limitada llega, y lo hace por todo lo alto, al mundo del aceite de oliva de la mano de El Poaig, una marca de aceite de oliva procedente del área de El Maestrat, en la costa levantina. Denominado por la prensa internacional como «el aceite más caro del mundo«, El Mil del Poaig se erige, con sólo dos productos en el mercado, como la marca por excelencia de los gourmets y coleccionistas más exigentes del mundo. No en vano, la revista Time lo eligió entre los 100 mejores productos del año, y medios de todo el mundo beben los vientos por este oro líquido.
¿El secreto? Su perfecta combinación de tradición y tecnología para obtener un aceite único en su clase. El Mil del Poaig es su producto estrella, un aceite de no más de 437 olivos milenarios anejos a la Via Augusta, donde cuenta la leyenda que se plantó un olivo en homenaje a un gran general romano muerto en combate. Basado en la variedad superviviente canetera, el aceite se revela floral e intenso, toda una experiencia valorada en 120 libras (en Harrod’s). Su producción limitada a no más de 3.000 botellas al año bien justifica su precio, más aún un envase que aúna lujo y tradición diseñado por el estudio creativo CuldeSac, que ha cosechado entre sus clientes una larga lista de éxitos: Hermès, Aston Martin, Roca, LVMH y un largo etcétera.
Dicen que jeques, reputados chefs y celebrities se lo quitan de las manos… Algo tendrá este aceite, probablemente, el aceite más caro del mundo.
Más información: El Mil del Poaig