Esta joya -como veremos, en más de un sentido- de los espirituosos proviene de una reserva privilegiada que sólo conocedores y entendidos sabrían valorar y está elaborada según una antigua receta procesada. Por si esto no fuera poco para un vodka -o una vodka, como dirían los rusos- su preciado líquido pasa hasta tres veces por un filtro de oro -sí, hemos dicho oro– que, dicen, garantiza un suave sabor en paladar. Difícil imaginarlo y no menos difícil hacerse con una botella de esta exquisitez entre las delicatessen.

El nuevo vodka de la marca alemana Vallure está pensada para aquéllos que no quieren tener cualquier cosa en su reserva privada de licores exclusivos. Su calidad trasciende al contenido y viene presentado en un recipiente de nada menos que 24 kilates. En oro, oro puro.

Su título vaticina una experiencia de éxito: The Gold Standard of Vodka promete ser único en su clase y convertir su degustación en una sensación irrepetible.

Su presentación en 700 ml. fue concebida con la sabia finalidad de contener y preservar de manera óptima, con excelencia, las condiciones y el sabor de un vodka que difícilmente podría ser más exclusivo.

Poseer una de sus botellas es poseer una joya: llena o vacía, aunque, visto lo visto, preferiblemente llena.

Más información: Vallure