Disfrutar en el lobby de un aeropuerto no es una práctica; es un estilo de vida a lo George Clooney en Up in the Air, la película. Viajeros frecuentes -en su propio argot- que desayunan Veuve Clicquot en salas VIP de sus compañías aéreas, coleccionistas de millas, lobos de aeropuerto… una especie rara y complicada.
Los mortales desesperamos en salas de espera asépticas y tan parecidas entre sí que corroboran la existencia del limbo, ese espacio entre el cielo (volar) y el infierno (no volar) que de habernos explicado así, seríamos todos un poco más creyentes.
El aeropuerto de Heathrow inauguró con fecha de caducidad (fue retirado el pasado 4 de noviembre) un espacio de relajación allá donde parecía imposible relajarse, respondiendo a la tendencia pop-up o temporal o efímera.
El espacio ubicado en medio de la terminal 5 recrea un parque de distracciones en el más puro sentido de la palabra: césped natural, arbustos y hasta plantas aromáticas como el romero o el jazmín.
Como objetivo, incitar a la relajación; la propia, ya que no incluye otros servicios más allá de los ya disponibles en la terminal de antemano, como spas, lounges o la T5 Expo Gallery dedicada a artistas británicos.
Un curioso concepto y cuando menos acertado por su fugacidad; que las cosas efímeras siempre son un poquito más apetecibles…
Más información: Aeropuerto de Heathrow