La marca de agua Fiji se funda en 1996 por David Gilmour. En la actualidad los propietarios son los millonarios industriales agrícolas Stewart y Lynda Rae Resnick (que también poseen participaciones en empresas como Teleflora, Suterra y Paramount Agribusiness).
El agua Fiji viene de un lugar único: del remoto valle Yaqara, situado en Viti Levu (una de las dos islas principales de las islas Fiji). En ese valle, a varios cientos de metros bajo un viejo bosque existe un vasto y geológicamente único acuífero subterráneo del que se extrae el agua.
Hace millones de años el acuífero Yaqara era un volcán. El volcán acabó extinguiéndose y con el paso del tiempo se fueron acumulando capas de rocas y sedimentos. Durante miles de años las lluvias tropicales empaparon el terreno filtrándose a través de los estratos sedimentarios y formando el actual acuífero.
El sistema de embotellado del agua Fiji fue diseñado para proteger la pureza del agua en cada paso del proceso de producción. Como parte de ese compromiso estricto de calidad no se permite que la mano del hombre la toque en ningún momento. De hecho la propia instalación y la planta embotelladora fue construida directamente sobre el mismo acuífero donde el sistema extrae el agua, y esta es sellada y protegida en botellas listas para su distribución. Cuando se abre una botella de agua Fiji se tiene la total garantía de que no ha sido tocada por ningún otro ser humano. Y esto es algo que pocas aguas naturales pueden decir.
El agua Fiji es una de las aguas premium más vendidas del mundo y está disponible en botellas de 330ml, 500ml, 1 litro y 1.5 litros. El precio parte de los 3 euros la botella.
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