Ya hace diez años que el Instrumento Nº Uno hizo su aparición en el mundo de la relojería. Un tiempo jalonado por las múltiples variaciones de un modelo, desde la más sobria para él a las más deslumbrantes para ella, diseñado desde su origen como un reloj de lujo. Diamantes blancos, zafiros rosas, turmalinas paraiba, tsavoritas… para celebrar los 10 años de la colección, Fawaz Gruosi, fundador y presidente de la casa de GRISOGONO, retoma este icono con una nueva y atrevida orientación decididamente Pop Art.
Con un movimiento mecánico en su interior de cuerda automático, el Instrumento Nº Uno propone dos complicaciones esenciales: un doble huso horario y un calendario tipo “gran fecha” a las 7:35h. Su carácter sobrio y poderoso a la vez, sus líneas depuradas y la legibilidad ejemplar de su esfera lo convierten desde su lanzamiento en el año 2000 en una de las referencias de esta marca de Ginebra. Del clasicismo de los primeros momentos la colección mantiene su lado intemporal, añadiendo un toque de color que la proyecta a la era contemporánea.
Los cuatro modelos femeninos rinden homenaje a las obras de arte modernas; podríamos fácilmente imaginarnos estas creaciones al lado de los grandes clásicos de Andy Warhol o Roy Lichtenstein en el Guggenheim de Nueva York. Una pizca de impertinencia y una buena dosis de frescura emanan de la caja de acero ennegrecido engastada de piedras de color vivo, maravillosamente combinadas con los brazaletes de piel de tiburón y con las esferas resaltadas con los mismos matices. Un diseño que revela la alegría de vivir y llena de placer el momento de mirar la hora en cualquier circunstancia. Completan esta edición especial para un mayor deleite de los ojos tres pulseras de piel de tiburón de colores combinados, resaltadas con gotas de oro gris engastadas con diamantes blancos. ¿Cómo no sucumbir ante el encanto de una silueta femenina luciendo tales joyas?
¿Deseo de manifestar su inconsciente, voluntad de unir la elegancia y la utilidad, simple deseo de complacerse? Con tres variantes en la cumbre del arte contemporáneo, los hombres no se quedan atrás. Para él, el Instrumento Nº Uno se viste con una pulsera de cocodrilo negra que combina perfectamente con su caja de acero inoxidable mate ennegrecida. Un aire masculino, sobrio y elegante, realzado por una esfera lacada en negro que revela toda la sutileza de los colores vivos y tornasolados de los que están provistos índices, agujas y cifras árabes. Verde, naranja, rojo… cada hombre podrá elegir el tono que le representa en un estilo reinventado por de GRISOGONO. Una edición limitada a 100 ejemplares, disponible en estuche de 3 piezas, para que elegancia rime con exclusividad.
Quien dice aniversario excepcional dice pieza espectacular. El Instrumento Nº Uno desvela aquí toda su fuerza y se adorna con una caja de oro gris exclusivamente engastada con 240 diamantes blancos baguette. La esfera, con un aire sobrio y exquisito, adornada en su totalidad con 148 ejemplares de la misma gema, destaca por el doble huso horario, cuyas únicas agujas de las horas y los minutos parecen flotar sobre un océano de diamantes blancos baguette. En su primer modelo, esta auténtica obra de arte de la relojería se centró totalmente en los contrastes, el diamante negro engastado sobre la corona brillante como un guiño en la pulsera de piel de tiburón negro. La segunda versión de esta obra se montó en una pulsera de oro gris íntegramente engastada con 362 diamantes blancos baguette en la que ni siquiera el cierre escapa a este engaste. Una pieza maestra que totaliza más de 52 quilates de diamantes, donde se alían con maestría competencias de relojería y joyería y que honra de maravilla los 10 años de la colección Instrumento Nº Uno.
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