Los espumosos no deben ser exclusivos de fiestas y celebraciones, si bien cuando su consumo es fuera de estas, suele reservarse para aperitivos y postres, la delicadeza y frescura de este tipo de espumosos lo hacen un perfecto acompañante para cenas ligeras y comidas en general livianas, sencillas y que no destaquen por un marcado cuerpo.
De una formulación relativamente moderna, ya que tan sólo desde el 2005 el Consejo Regulador de los Vinos Espumosos permite la utilización de la Pinot Noir, este cava es desde el punto de vista de sus genes, de los más afrancesados de la casa Freixenet.
Bien lejos de ser una imitación del caldo francés, los cavas, son espumosos, no ya con denominación catalana, sino propios en genética de la zona. Las imitaciones nunca son buenas, ya lo experimento la familia Raventós, creadora del cava, cuando Josep intentó obtener un buen espumoso de las variedades de uva francesas, será su hijo Manuel Raventós quien decide utilizar las tres variedades autóctonas del penedés, – macabeo, xare.lo y parellada-, creando el primer vino espumoso español con personalidad propia y logrando de esta forma un gran éxito de ventas.
Con la ingente experiencia que la casa Freixenet viene experimentando desde 1861 en la fabricación de cavas, nos ofrece su Elyssia Pinot Noir. Cava muy afrutado con aromas intensos de frutas rojas (frambuesa madura, grosellas y cereza). Debe conservarse a la temperatura típica de las cavas, 12-14º y degustarse a la mitad, entre los 6 y 8º. Evitemos pseudo congelarlo o enfriarlo rápidamente en el congelador pues perdería muchas de sus cualidades si bajase de tal temperatura.
Siempre deberemos buscar su degustación en la copa adecuada, aquellas alargadas con cuerpo más ancho que la boca, son perfectas, ya que permiten concentrar la burbuja pero perdiendo su agresividad para no beber únicamente gas y degustar el caldo. Por los aromas intensos a frutos rojos acompaña muy bien con mariscos, quesos, aperitivos y postres.
Más información: Elyssia Pinot Noir de Freixenet