Si todas las firmas tienen su pieza o colección estrella, este magnífico reloj se llevaría el título chez Jaquet Droz, el refinado relojero suizo de finales del siglo XVIII. El conocido como mejor y más prestigioso creador de autómatas de la historia Pierre Jaquet-Droz, creó los tres autómatas -equivalentes a los robots actuales- más complejos y famosos de su tiempo. Sus tres creaciones La Pianista, El Dibujante y El Escritor causaron furor en la época llegando a ser admirados por monarcas y emperadores en todo el mundo.
Aún sabiendo esto, nombrar a Grande Seconde estrella de la firma no es tanto una exageración como un tributo a la pasión vertida por Pierre Jaquet-Droz en su primera versión del reloj de bolsillo así titulado, allá por el siglo XVIII. Presentado en combinaciones de acero y cerámica y oro rojo y titanio, la máquina no sólo hace gala de la precisión suiza, también de su tradición relojera y su incomparable clase.
Su exclusivo diseño habría asombrado al mismo Pierre Jaquet-Droz, superponiendo los displays de horas y minutos en un perfecto equilibrio atemporal y muy suizo. Una verdadera joya, quién sabe si de coleccionista, que viste la piel y le inyecta vida, como si de un autómata se tratara.
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