El Casino de Madrid es una insitución que data de 1836, momento en que un grupo de amigos decidió crear una sociedad para tener un lugar donde reunirse y compartir sus principales aficiones. Desde entonces fue creciendo poco a poco hasta convertirse en un auténtico club privado que giraba entorno al arte, la cultura, los juegos de azar, la tauromaquia y, por supuesto, la gastronomía. Se ubica en un histórico e imponente edificio de la calle Alcalá, a pocos metros de la Plaza de Callao, en pleno centro del Madrid de los Austrias.
Históricamente ha sido considerado un lugar muy exclusivo al que sólo podían acceder los socios y sus acompañantes aunque con el paso de los años se ha abierto un poco más a otro tipo de público sin perder un ápice de reconocimiento general. Se ha llegado acuerdos con otros clubes similares de España y de varios países del mundo y se ha abierto a la posibilidad de organizar conferencias, celebraciones y eventos de muy diversa tipología.
Pero si hay algo que ha marcado los últimos años el devenir del lugar, sin duda, ha sido el acuerdo alcanzado en 1998 con Ferrán Adriá para que se convirtiera en el Asesor Gastronómico del Casino. El más laureado de todos los cocineros del mundo decidió apostar por otro gran genio culinario, Paco Roncero, que ha sabido transmitir la cocina de Adriá y aportar a los platos su propia personalidad.
El restaurante se denomina la Terraza del Casino y se encuentra situado en la última planta del edificio. Uno de sus mayores atractivos es la terraza abierta en los meses de verano ya que permite cenar en uno de los entornos más románticos de la ciudad. Además, hace apenas dos años se ha llevado una completa reforma interior en la que el decorador Jaime Hayón le ha dado un aire de modernidad que se antojaba totalmente necesario.
Recientemente ha sido premiado con la segunda estrella Michelín por lo que Paco Roncero alcanza en reconocimientos gastronómicos a los otros dos grandes de Madrid: Sergi Arola en Arola Gastro y Santi Santamaría en Santceloni. Es evidente que la merecía y la Terraza del Casino seguirá estando muchos años relacionada con las técnicas de la cocina de Adriá: Deconstrucción, Esferificación y empleo de Nitrógeno líquido, entre otras.
Aunque el restaurante cuenta con una pequeña carta de platos, lo más recomendable es pedir el Menú Degustación (130 euros) y hacer un recorrido por los principales platos de su cocina. Dicho menú incluye un Cocktail, varios Snacks, una selección de los conocidos Tapiplatos, Postre y un complemento final llamado Las Locuras del Casino. A lo largo del año varía y suelen tenerlo actualizado en la web oficial del restaurante.
La Bodega de vinos corre a cargo de María José Huertas, una sumiller de primer nivel que ofrece más de 500 referencias de caldos procedentes de cualquier rincón del mundo. Tanto el servicio eficaz como la amabilidad constante son las notas más características del personal que forma parte del restaurante.
Lo que hay que reconocer es que estamos ante un lugar especial, que muchas veces provoca sentimientos contrarios. No olvidemos que la cocina que practica es muy dferente de la convencional y puede haber mucha gente que no la entienda o simplemente que no le guste. Sin embargo, es evidente que ir a la Terraza del Casino no es simplemente ir a comer o cenar a un restaurante más. Se trata de una completa experiencia digna de un auténtico sibarita cuyo eje principal y no único, es la gastronomía.
Colaboración especial: Rincones Secretos
Restaurante La Terraza del Casino
Fotografías por Hayon Studio
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