Si alguien está pensando en comprase un jet privado y dispone de mas de 43 millones de euros, no deje de ver la maravilla aeronáutica que Gulfstream desarrolló en 2003, y que abrió una nueva barrera en lo que a autonomía se refiere. Puede enlazar sin problemas Tokio con París, y Londres con Singapur, más de 12000 km de autonomía.
La compañía Gulfstream con sede en Georgia, Estados Unidos, fue adquirida en 1999 por General Dinamycs, productora de los aviones F16 o los misiles Tomahawk para el Ejercito Estadounidense. De ahí se supone que el G550, fuese el primer avión civil en incorporar la tecnología FLIR, dispositivo tecnológico que proyecta en cabina una imagen a través de la radiación infrarroja, y que ayuda a los pilotos en condiciones adversas en la navegación. Entre otras cosas, el desarrollo de este dispositivo le valió el premio Robert J. Collier Trophy.
El Gulfstream G550 es un avión muy potente, propulsado por dos motores Rolls-Royce, que le permite volar a la misma altitud que cualquier avión comercial, lo que ha convertido al G550 en el jet privado más vendido para viajes transcontinentales.
Su exclusividad, aparte de la autonomía que proporcionan los viajes transoceánicos y la velocidad que puede alcanzar; 0,80 Mach a 14.000 metros de altitud, se basa en la comodidad para transportar hasta 16 pasajeros con sistemas de conexión via satélite, y una banda ancha de conexión a Internet.
Un avión que le permite gracias a su amplia cabina, 1,88m de altura por 2,22m de ancho, descansar con total privacidad, pasear y relajarse en su interior. Todo un hogar en el cielo decorado con butacas de piel y maderas nobles que lo hacen aún más acogedor para quien este acostumbrado a los largos viajes, y llegar descansado y feliz a su destino.
Más información: Gulfstream G550
Vídeo Gulfstream G550