Si algo no se le puede negar a la casa milanesa Prada es su visión exquisita del lujo. La propia Miuccia Prada ha trabajado con la perfumista Daniela Andrier, de Givaudan, durante más de dos años para pone olor a sus colecciones, el resultado es Infusion d’Iris. Un perfume inspirado en el agua de Colonia clásica y la intención de captar el alma del lirio más fragante de Florencia. El perfume evoca «el ensueño, un viaje por Italia, el aroma fresco de las sábanas de lino ajadas y de la piel desnuda». El nombre deja adivinar el carácter de la composición, la infusión es una técnica secular en la cual se «marinan» las raíces del iris durante seis meses para extraer las notas suaves y frescas.
El primer impacto olfativo tiene un efecto agua de Colonia: fresca, cítrica y afrutada gracias a la mandarina, con un punto de sofisticación aportado por los aldehídos y el toque floral del azahar. El gálbano y el lentisco (resina griega con olor terroso) dan un soplo de notas verdes que se adhieren suave a la piel. La transición al tema central apenas se advierte, el iris pallida se muestra envolvente y etéreo, guarda la compostura en cada gesto, es educado y cultivado… no se excede en nada, ni siquiera en dulzura. Por el contrario, se torna ligeramente rudo, casi masculino en un acorde con notas de cedro y un terroso vetiver. Ambas facetas del iris son tratadas con maestría por la perfumista. Las notas graves ofrecen una variación al tema, el perfume se vuelve ligeramente oriental sobre una base de incienso y benjuí, así mismo la mezcla del iris y la benzoína lo hace oler a polvo de talco. Infusion d’Iris es un perfume lleno de contrastes entre las facetas suaves, florales y empolvadas y los elementos más viriles como la madera de cedro o el vetiver. Esta yuxtaposición de acordes lo hace atractivo tanto para hombres como para mujeres. De hecho, quienes usen Dior Homme no tendrán problemas en llevar Infusion d’Iris.
El frasco cuadrado de un color verde suave recuerda las viejas botellas de perfume. Lleva el emblema que diseñó el abuelo de Miuccia en 1919, el mítico blasón con el logo en relieve, el escudo y los moños de la Casa de Savoya. El frasco de 50 ml. se puede comprar por 60 euros. La duración del perfume es muy larga, con un sillage sutil pero encantador. Infusion d’Iris. me parece la encarnación de la elegancia sosegada.