Jean-Paul Hévin (Méral, 1957) comenzó a trabajar en el Hotel Intercontinental como aprendiz en el año 1975 y después lo hizo en el Hotel Nikko entre los años 1976 y 1988 donde obtuvo la categoría de Maestro pastelero. Durante esos años Hévin gana numerosos concursos como el Grand Prix International de la Chocolaterie (1983).
Sin embargo la suerte le llegó a Hévin cuando fue invitado a pasar 18 meses en Tokio tomando el control de Peltier (1984-85), una famosa pastelería francesa que se había establecido en Japón unos años antes. Esta gran oportunidad le posibilitó establecer importantes contactos que utilizaría años más tarde.
Desde que en 1986 obtuvo el título de Meilleur Ouvrier de France (el máximo galardón en Francia dedicado a los artesanos) este apasionado artesano no ha dejado de investigar y dedicar todo su esfuerzo para realizar las más delicadas, excepcionales y sorprendentes creaciones de chocolate. Creaciones que en muchas ocasiones se muestran, como en sus tres tiendas de París, como si se trataran de auténticas joyas.
En 1998 abre su primera tienda llamada «Le Petit Boulé» (avenue de la Motte-Picquet, 16. Hoy en avenue de la Motte-Picquet, 23) en París. Dos años más tarde abre su segunda tienda (París. rue Vavin, 3). Unos años más tarde (1997) abre su tercer establecimiento dedicado en exclusiva al chocolate (París. rue Saint-Honoré, 231).
Jean-Paul Hévin es un maestro pastelero con un paladar excepcional. De forma instintiva sabe seleccionar los mejores ingredientes para la producción de su chocolate. Los productos de Jean-Paul Hévin son también exportados a Japón. Su marca puede encontrarse en locales especializados en delicatessen en las ciudades de Tokio, Hiroshima, Fukuoka y Kokura.