Sólo en Savile Row, la calle de los sastres de Londres, podría existir un lugar así. John Lobb heredero de una larga tradición de zapateros artesanos donde todo se sigue haciendo como antaño, a mano, a medida y sin prisa.
Desde hace más de un siglo han visto cruzar por las puertas de su modesto taller a clientes de la talla de Mohamed Bin Rachid, jeque de Dubai, el príncipe Carlos de Inglaterra, actores como Daniel Day-Lewis o Tom Cruise y toda suerte de personalidades como políticos, hombres de negocios… de todo el mundo.
¿Pero por qué son tan demandados los zapatos del maestro Lobb? Para empezar los materiales con los que se confeccionan, piel bovina de la mejor calidad procedentes de Gran Bretaña o de Holanda donde sus pieles son muy cotizadas por su porosidad y perfección. Bajo demanda del cliente también trabajan pieles exóticas como la de avestruz, raya del pacífico o cocodrilo. El proceso de selección de la materia prima es muy riguroso y selectivo, desechando hasta el 40% de las piezas de cuero que importan.
Pero por lo que realmente un caballero acude a John Lobb es por que todos sus zapatos se realizan a mano y a medida, al gusto de su afortunado cliente. Nada se deja al azar. Se toman las medidas de los dedos, del talón, del empeine, de la planta… para a continuación hacer un molde de madera numerado y único con los datos de cada cliente. Éste molde es exclusivo y nunca se usa para otro encargo que no sea el del dueño de esta «horma».
Si Vd. quiere ser de los afortunados en «vestir» un John Lobb sepa que el tiempo de espera es de ocho meses y el precio a partir de 3.000 euros.