Que Oriente Medio aglutina algunas de las fortunas más fastuosas del mundo, eso ya lo sabíamos. Basta con echar una ojeada a los contenidos de Sibaritissimo con los hoteles más exclusivos de Dubai o Abu Dabi para ponerse en situación: la cosa va en serio. El mercado del petróleo ha convertido desiertos en grandes oasis donde el oro crece naturalmente y se mueve a velocidades de vértigo. Y brotan rascacielos, y restaurantes de superlujo, y spas para coches y las marcas premium hacen el agosto. Todo el año.
Si a ello le sumamos la trepidante subida de los precios del petróleo del año pasado, tenemos a 36 multimillonarios árabes enriqueciendo sus fortunas. Ahí es nada. Cifras tan astronómicas que se nos escapan, más cercanas a la ficción que a la realidad latente. Para reflejar dicho fenómeno, Forbes ha publicado la lista de las mayores fortunas de Oriente Medio.
La Liga Árabe de los multimillonarios -la llamamos así porque, sin duda, éstos juegan otra liga- la encabeza el príncipe saudí Alwaleed Bin Talal Alsaud, con una fortuna de 18.000 millones de dólares, seguido por el brasileño-libanés Jospeh Safra con 13.800 millones de dólares a su nombre.
Arabia Saudí y Líbano lideran la lista de países multimillonarios con 8 perfiles cada uno, seguidos por Egipto -amén de las revueltas- con 7. Emiratos ocupa el tercer lugar con 4 multimillonarios en la lista.
El editor de Forbes en Oriente Medio Khuloud Al-Omian aclaró que «la herencia se está convirtiendo en la forma más rápida y fácil de entrar en el club de los multimillonarios«. Vaya, qué susto, por un momento pensamos que sería el esfuerzo y el trabajo…
Más información: www.forbes.com