Dicen que Dios creó a las madres porque no podía estar en todo. Debió haber previsto, además, que no todas estuvieran en todo todo el rato; que algunas se dedicaran a otros menesteres, otras algo de tiempo -más a ellas y menos a los demás- y todas ellas, algún capricho que las distrajera de tanto convenir. Dios no lo dispuso; Ferrari sí.
Una de las últimas creaciones de Ferrari brilla como las estrellas, deslumbra a los hombres y no tiene un motor de última generación, sino 18 kilates. Una colección cápsula de joyas especialmente presentada para el Día de la Madre, que ilustra en oro blanco y diamantes el caballo rampante emblema de la firma.
El set, compuesto por un colgante y un par de pendientes, no es la primera aventura de merchandising premium de la firma. Basta con entrar en su tienda online para encontrar todo un bazar de moda, accesorios, relojería, informática y hasta artículos de oficina.
Pero no rompamos la magia. El conjunto recoge el ímpetu de la marca haciéndolo relucir con cierta delicadeza. Lo que no podemos garantizar es ese primer impacto cuando la madre de uno reciba en su día una cajita de Ferrari. Aunque sea pequeña, forrada de terciopelo y sellada con un hermoso lazo. La sorpresa está garantizada. O quizás no, y hasta se lo esperan, porque saben de este lanzamiento. Ya sabéis, por aquello de que están en todo…
Precio: entre 1.500 y 2.000 euros.
Más información: Ferrari Store. Pendientes
Más información: Ferrari Store. Colgante