Nos gusta mucho Cannes. A todos. Por muchos motivos, además: un soplo de aire fresco -fresco y europeo- al glamour encorsetado en el calor hollywoodiano; un palmarés de actores revelación, directores it y gente cool a raudales; un escaparate de películas que han marcado la historia del cine; y la excusa perfecta para que, de una vez por todas, las celebrities aprendan a vestir bien de día. Todo eso hace que Cannes sí triunfe, y no esté sobrevalorado. Bueno, también es un atolladero de turistas y un infierno para los mortales…

Pero hablemos de cosas bonitas: este año, las celebrities están de enhorabuena. Superado el mal trago de no saber qué ponerse en la cuna de la moda europea, van a poder pasear su palmito por la Dark Room creada por Belvedere en el JW Marriott Cannes Hotel, uno de los pesos pesados del festival. Sus espectaculares instalaciones acogerán una de las múltiples after parties, pero éstas a golpe de cámara. Además de la terraza donde degustar los cocktails de vodka diseñados por Belvedere para la ocasión, el hotel ha dispuesto un Studio Shoot a cargo del fotógrafo Eric Mercier -echad un vistazo a su trabajo, efecto wow- disponible para celebridades, personalidades y otros líderes de… pues eso, líderes en general. Así no tendrán que sudar con la fiebre del photocall. Todo previsto. Muy conveniente.

Y sólo en el caso de que a Cannes le haga falta un poquito de glamour, las vistas del Mediterráneo, los Alpes del Sur y los cocktails de Belvedere harán el resto.