Apple, Blackberry, Nokia, Bang & Olufsen… Son algunas de las firmas que este diseñador inglés tiene en su selecto catálogo. Y, no, a simple vista ésto no nos sugiere nada nuevo. Son reconocidas marcas de tecnología que podemos adquirir en cualquier tienda. Pero Hughes, nacido en Liverpool en 1971, es el hombre que se ha atrevido a vestir del lujo más ostentoso a nuestros objetos de uso cotidiano, y esa es la gran diferencia que aporta. Todas sus creaciones se encuentran entre las más caras del mundo, ya que son customizadas por él con metales preciosos, diamantes y… Hasta huesos de dinosaurio.
Tabletas, teléfonos móviles, portátiles… Se convierten en carísimas y suntuosas joyas tras pasar por sus talleres, mudando la piel para llegar a ser los gadgets más caros y exclusivos del mundo. Aunque su amplia gama de productos de altísimo lujo incluye televisores, sistemas de audio, consolas de juegos, coches, y hasta barcos y casas, para empezar, hoy hablaremos solamente de portátiles y tabletas.
Apple es la marca elegida por Hughes para la mayoría de sus creaciones en la división de tecnología. Entre ellas, varios modelos de MacBook, dos en platino y uno en oro amarillo de 24kt. con incrustaciones de perfectos diamantes.
Cuentan con las mismas prestaciones de serie, aunque con algunos kilitos de más. Los precios de estos modelos oscilan entre las 319.995 libras del MacBook Air Supreme Platinum Edition (7 kg de peso) y las 139.995 libras del MacBook Air Suprema Ice Edition (2,5 kg de peso). Todos ellos con la carcasa totalmente revestida del metal elegido, oro o platino macizos primorosamente bruñidos, y el logo de la manzana incrustado de diamantes, 53 en total, con un peso aproximado de 25,5kt.
Para el gadget de moda, la tableta, ha elegido cómo no, también el inevitable iPad. Cuatro posibilidades a elegir. Merece especial atención el más exclusivo: El iPad 2 Gold Edition Historia, que añade a los consabidos metales y piedras preciosas, un marco hecho de Ammolite, y… Fragmentos de hueso de Tiranosaurius Rex, en una vuelta de tuerca a los considerados objetos-imposibles-de-tener. Con dos kilos de oro macizo y valorado en 5 millones de libras, consigue que el resto de modelos de esta serie parezcan, a su lado, simples baratijas. Se ofrecen únicamente dos unidades.
Por supuesto que Stuart Hughes trabaja a menudo por encargo, y siempre con ediciones limitadas a unas pocas unidades: Solo hay a la venta cinco del MacBook más caro, y a penas diez de los modelos más… ¿Baratos?
Al margen de que la ostentación más extrema esté o no entre nuestros gustos (que no posibilidades), es preciso admitir que esta colección representa un punto de inflexión en el mundo del lujo, donde, a fuerza de gastar ingentes cantidades de dinero, parecía estar todo inventado.
En la misma línea de diseño de Hughes, podríamos hablar del joyero austríaco Peter Aloisson, sus gadgets de diamantes, y su fantástico iPhone 3G Kings Button, pero… Esa será otra historia.
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