El título de este post quizás sorprenda a los sibaritas que conozcan, esperemos que la gran mayoría, la marca relojera suiza Jaeger-LeCoultre (cuyo fundador fue Antoine LeCoultre). Producen relojes lujosos que, a priori, poco tienen que ver con la miel. Pues bien, resulta que Jaeger-LeCoultre, demostrando una vez más su fidelidad y compromiso con el medio ambiente, ha decidido producir miel.
En realidad, desde el pasado mes de Julio, en el precioso Vallée de Joux (Suiza), los visitantes de la Grande Maison, la manufactura Jaeger-LeCoultre, pueden observar (en las 10 colmenas que se han instalado) y degustar la miel que allí producen.
Franck Crozet, un apicultor profesional se responsabiliza de garantizar la calidad de la miel y de supervisar todo el proceso, de principio a fin. Y es que, no hay que olvidar que, aunque se trate de pequeños insectos (actualmente en extinción), las abejas desempeñan una función muy importante en la naturaleza, contribuyendo a la reproducción vegetal gracias a que, al desplazarse, mueven el polen de las flores.
Una buena iniciativa de Jaeger-LeCoultre que, como mínimo, endulzará a los visitantes de la manufactura y a sus 1.200 empleados. Una miel exclusiva, que no se va a poner a la venta, 100% sibarita.
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