Oscars 2012: cita anual con el glamour

Oscars 2012: cita anual con el glamour



Nada importa la brecha horaria entre ese Hollywood donde siempre es verano y siempre de día, hasta esa cita con las estrellas, y el resto de los mortales. Puntualmente y a las tantas en una noche de invierno, nos damos cita con el glamour a la americana con la ceremonia de entrega de los Oscar. Semejante «esfuerzo» eleva sin remedio las expectativas: queremos más glamour, más espectáculo, más sorpresa.

Y como no siempre sucede, parecemos haber pactado que, pase lo que pase, lo vamos a pasar bien escrutando uno a uno y sin piedad los outfits escogidos para tal evento, y, eventualmente, los premios, ya si eso. Especialmente ahora que apenas hay canales donde hacerlo: Facebook, Twitter, Pinterest, blogs, egoblogs y medios de comunicación.

No íbamos a ser menos, así que aquí un pequeño escáner de lo visto en la así bautizada cita con el glamour 2012.

Los grandes aciertos siempre acaban rimando con Elie Saab y Marchesa, y es que estas marcas juegan otra liga. En esta edición, sus embajadoras fueron Berenice Bejo – aunque no le valiera el Oscar a la Mejor Actriz- y Milla Jovovich, ambas diosas de Elie Saab, y una sorprendente Sandra Bullock, ya fuera del barrio, bellísima de Marchesa. Y por su fuera poco, Georgina Chapman, alma mater de la firma y esposa del todopoderoso productor Harvey Weinstein, dejó bien claro el liderazgo el marca. Por si había dudas.

Michelle Williams, de coral Louis Vuitton, Natalie Portman, de Dior Alta Costura y Shailene Woodley, de Valentino Alta Costura protagonizaron los looks más sibarita, con o sin estatuilla.

Presentados los respetos a las marcas siempre ganadoras, es momento de rendir tributo a una Gwyneth Paltrow enfundada en un impoluto Tom Ford -con una perfecta capa que nunca debió quitarse- o una Jessica Chastain en negro y dorado de Alexander McQueen, y pare vd. de contar.

Y dicho esto queda la parte más sustanciosa, que es la de los grandes patinazos del glamour transoceánico. Pero esto va de sibaritas, así que… hablemos de cosas bonitas.