Un capricho de 40.000 euros es más que un capricho. Es una joya exclusiva y única al alcance de muy pocos, especialmente si es tan efímero como una esencia, un perfume. Pues bien, esta es la cantidad que puede llegar a pagar un cliente de la alta perfumería a medida ofrecida por la emblemática marca Guerlain, pionera en cosmética femenina.
Alrededor de tres meses son necesarios para desarrollar una esencia personalizada, un perfume excepcional e intransferible. El proceso conlleva diversas citas con el cliente y muchas otras con en el laboratorio con Thierry Wasser, maestro perfumista de la maison. Pero la belleza de estas creaciones no sólo se encuentra en el interior; el eau de parfum se presenta en un frasco único de Baccarat con una capacidad de 500 ml. El pack se completa con 3 miniaturas idénticas de 30 ml y otras 20 de 60 ml. (un total de 2 litros de perfume), por aquello de amortizar la fórmula. Sylvaine Delacourte y Ana Corsini, encargadas de la evolución y desarrollo de las joyas líquidas, calculan que el encargo incluye perfume para unos 5 años. No es para menos.
Ana Corsini incluye, además, algunas de las reglas básicas para su cuidado, como en toda joya que se precie:
- Un buen perfume alcanza su mayor esplendor 6 meses tras su fabricación. Hay que preservarlo de la luz y evitar los cambios de temperatura.
- El perfume conserva óptimas sus condiciones durante 3 años. Los atributos olfativos pierden entonces su esencia.
- El vaporizador es imprescindible para evitar que entre el aire.
- Nunca se debe rociar las prendas con el perfume. Sólo el cuello, la nuca, las muñecas, el escote y los lóbulos de las orejas son su perfecto contenedor, toda un arma de seducción.
Más información: Guerlain