Toda esta historia comenzó cuando una famosa marca de vodka, Absolut, lanzó una campaña publicitaria con la que Absolut se creo una personalidad. Dicha campaña comenzó en 1981, y el pilar de dicha campaña consistía en jugar con la imagen; hacer interactuar la botella como imagen identificativa de la marca, con diferentes objetos y de esta forma lanzar algún mensaje. La primera de estas imágenes fue Absolut Heaven.
En 1986, lanzaron al mercado el Absolut Peppar, el primer vodka con sabor de la marca y del mundo; con pimienta por el Bloody Mary, que está hecho con vodka y pimienta. A partir de ahí, el éxito de Absolut ha sido imparable, cada año han lanzado un vodka con un sabor diferente. Y todo esto conllevó a que naciese una nueva gama de vodkas premium, a cada cual más refinado y muchos con diversos sabores, y por supuesto hubo un aumento considerable de consumidores de vodka.
Luego le llegó el turno a la ginebra, la primera ginebra premium conocida fue la Bombay Sapphire, ya que fue la primera que le dió importancia a los botánicos de los que estaba compuesta. Pero a raíz de ahí han salido infinidad de ginebras premiums, cada una con sus botánicos, a cada cual más original y rebuscado, y su forma específica de servirse. Que en mi opinión es la forma que tienen dichas marcas de darle personalidad a su producto. Esto ha provocado que la ginebra haya salido del olvido para estar en el candelero.
Pues algo que hay que reconocer es, que hasta hace bien poco habían muy pocos bebedores de gin tonic. Y su número ha aumentado de forma abismal gracias a estas ginebras premium de nueva generación, que han ampliado las notas de sabores y sensaciones de la ginebra. Hay que recordar que la ginebra seca es eso, seca y amarga.
Pero vivimos en una realidad dinámica, y es evidente que dentro de poco otro alcohol intentará lanzarse al candelero, lo cual me lleva a formular la siguiente pregunta, ¿cúal será?
¿El whisky, tal vez? ¿ el cognac? ¿Vosotros qué creéis?
En mi opinión, aunque son clásicos por excelencia que, por desgracia están perdiendo relevancia. Creo que ahora es el turno del tequila.
El tequila, en mi opinión ha sido una bebida algo menospreciada, muchos saben casi todo de whisky, de ginebra, de vodka… pero ¿y del tequila? Muy pocos saben de él.
Personalmente, el tequila ha sido una bebida que jamás me ha llamado la atención, hasta que cierto día, oí decir que el tequila era la única bebida alcohólica no depresora, al contrario, el tequila estimula el sistema nervioso. Y a partir de ahí he empezado a investigar un poco sobre esta bebida y he descubierto un verdadero mundo.
El tequila proviene del estado de Jalisco, México, y es el producto de la destilación y fermentación del agave azul. Aunque se distinguen diversos tipos, dependiendo del tiempo de fermentación. Ya empiezan a aparecer tequilas ultra-premium, como es el caso del Tequila Clase Azul, un tequila hecho con 100% agave azul orgánico, con un proceso de doble destilación; y fermentación totalmente artesanal y cuidada, utilizando agua obtenida de pozo profundo, filtrada naturalmente y refinada en un proceso de cinco etapas para garantizar su suavidad. Hacen de este tequila un super premium, de sabor extremadamente suave, apenas se nota el alcohol y de final contundente.
Y seguro que apuesto a caballo ganador cuando digo que estos tequilas premium van a dar mucho que hablar.
Para ir abriendo boca, ya están apareciendo los primeros tequilas con sabor. Dos pertenecen a la firma 267 Infusions, empresa creada por una mujer en Estados Unidos. Y por ahora han sacado al mercado, en lo que a tequila se refiere:
El 267 Tequila Infusion Chili Pepper. Un licor en el que han sabido combinar a la perfección un tequila ultra premium de triple destilación, y el toque picante del chili.
Y el 267 Tequila Infusion Orange. En él han fusionado el frescor, la dulzura, la acidez de la naranja con un tequila ultra premium de triple destilación.
El modo de infusionar estos dos espirituosos es el siguiente, introduciendo parte de estos frutos en su punto idóneo de madurez dentro del alcohol, para así obtener la verdadera esencia del fruto. Y obteniendo un líquido sin falsificaciones de color o sabor añadido artificialmente.
Y el que queda por mencionar, La Pinta. Tequila Clase Azul infusionado con granada, da como resultado un licor de color rojo rubí brillante donde se le aporta un sabor vibrante al tequila.
Pues a mi no me queda duda que el tequila es el próximo. Está empezando a pisar fuerte, de forma lenta pero segura. Viene con ganas de abandonar el anonimato al que ha estado sometido, ganarse la aceptación del público, y alcanzar por fin, el puesto que merece.
Y ahora es vuestro turno, ¿cúal es vuestra apuesta?
Colaboración especial: Nyra – My brain