The Fat Duck se encuentra situado en el barrio Berkshire del pequeño Bray (Reino Unido). Originalmente el local fué un pub, hoy en día su dueño y reconocido chef a nivel mundial: Heston Blumenthal lo ha convertido en uno de los mejores restaurantes del planeta. No en vano la prestigiosa publicación británica Restaurant lo eligió el pasado año el segundo mejor restaurante del mundo (por delante quedó El Bulli). En 2005, por cierto, alcanzó la primera posición. Nos encontramos, sin duda, ante uno de los templos gastronómicos más deseados que hoy existen.
Aunque el local está situado en un inmueble del siglo XV, The Fat Duck ofrece un aspecto moderno, minimalista. El servicio es atento, pendiente del detalle. El resto… una obra de arte. Un espectáculo sensorial difícil de narrar.
Hablar del restaurante The Fat Duck es hablar de su chef Heston Blumenthal. Cocinero influenciado por la rica cocina de Francia y que le encanta desafiar las reglas (y la suerte). Siempre sorprendente, complejo, original y creativo. Blumenthal es también un personaje mediático famoso por sus conferencias (algunas sobre gastronomía molecular), un refinado artista capaz de emocionar con sus geniales creaciones.
The Fat Duck es una experiencia gastronómica (y visual). Un lugar que hay que visitar. Un placer difícil de olvidar. El precio del menú degustación oscila entre los 90 y 120 euros, mientras que cenar a la carta puede salir por algo menos de 200 euros. No olviden que para cenar en el restaurante hay que reservar con medio año de antelación.
Si van no dejen de probar: lasaña de langostino, caramelo blando de zanahoria, gachas de caracol, salmón escalfado con regaliz o su famoso helado de tocineta ahumada y huevo.
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