Esta semana he sucumbido al hechizo. Soy reincidente, no lo niego, colecciono vaqueros, ropa interior, relojes, cinturones y sobretodo perfumes que lleven el logo «D&G«. La pareja de diseñadores italianos son la perdición para mi Visa y la alegría de mi ego. Hace meses esperaba la nueva fragancia masculina «The One for Men«, quince días atrás la olí en mi perfumería habitual y desde este viernes la tengo en casa. Según Stefano Gabbana la idea era crear un perfume clásico con vocación de futuro. El encargo fue para IFF y el resultado, una fragancia amaderada con profusión de especias y un toque oriental en las notas graves.
The One for Men tiene una salida olfativa cítrica, ligeramente ácida, tan astringente como placentera. La bergamota soporta el envite unos minutos, pero finalmente cede ante el poderío del coriandro y la albahaca, juntos inician el recorrido que vertebra la fragancia. A los 10 minutos se torna una mezcla entre especiada y aromática. El cardamomo se hace notar, una especia como un arma de doble filo; su peculiar olor puede ser extremadamente agradable o todo lo contrario, depende de la piel y la maestría del perfumista. En «The One» perturba y cautiva, pero no he escuchado reacciones adversas. Su alianza con el jengibre crea un halo dulce y sensual sin perder un ápice de masculinidad. ¿El perfume de un hombre sensible? El de un hombre Dolce & Gabbana. El neroli aporta frescura en la composición previo a las notas más densas, una base de maderas secas y poderosas como el cedro, ahumadas con humo de tabaco. El ambargris y un soplo entre almizclado y avainillado ayuda en la fijación de un aroma con cuerpo. Quizás del mismo calibre y consistencia que los abdominales, pectorales y biceps de Matthew McConaughey, modelo encargado de la publicidad. Muchas veces, las campañas de marketing condicionan la visión del hombre ideal para llevar el producto. Sin embargo, en este caso veo una sincronía perfecta entre el perfume y el traje hecho a medida, las gafas de sol en plena noche y la actitud insolente. «The One for Men» es fácil de llevar por un hombre seductor, tierno, elegante y descarado, todo en uno.
La duración es buena y la proyección adecuada, se te huele sin estorbar.
¿El culmen de la originalidad? No.
¿Buena ejecución de las armas del perfumista? Si, Jacques Polge suma categoría con su «savoir-faire«.
¿Imprescindible? No.
¿Agradable de usar? Sí, además gusta mucho a las mujeres.
