El arquitecto Patrice Lémeret y los interioristas Michel Penneman y Catharina Eklof han obrado el milagro de la rana y el príncipe azul, eso si, con algo más que un beso, con un pequeño bed & breakfast en Bruselas. Situado en Rue Washington, una de las zonas más emblemáticas de la capital belga, el pétit hotel The Tenbosch House venía ya con carta de presentación. Nada que ver, sin embargo, con las puertas que ahora abre al diseño escandinavo, magestuosas en metal y cristal.
Su estructura, compuesta por dos casas art nouveaux de 1906, ha sido adaptada hasta cumplir los estándares de la excelencia. Su fachada se levanta ahora atemporal, perfectamente adaptada al paso del tiempo sin perder su ADN ni su valor histórico.
Su interior da la bienvenida a un espacio que combina con tino la calidez con el blanco más purista. Sus 7 suites guardan el mismo respeto formal: el blanco levanta altos techos para reposar en cálidos suelos de madera en clara apuesta por el confort y la funcionalidad, que no es otra que la de proporcionar una estancia cómoda y ciertamente sofisticada.
Pero sin duda el rincón referente es la escalera art nouveau de las que bajan preciosas lámparas de Bocci.
En conjunto, un hotel de ensueño, uno de esos rincones que el diseño ha convertido en mágicos. Desde 250 euros.
Más información: The Tenbosch House