Si decimos que el Restaurante Vertigo y el Moon Bar son un restaurante y un bar de copas ubicados en una terraza al aire libre en Bangkok tal vez no nos diga nada. Si añadimos que la terraza se sitúa en la planta 61 del Hotel Banyan Tree y que es la mayor terraza del mundo al aire libre la cosa cambia y mucho. Y es que este es, sin duda, el mayor aliciente de este restaurante-bar convertido en un lugar de referencia en la capital tailandesa tanto para disfrutar de una buena comida o cena o tal vez de un cocktail o combinado a cualquier hora del día.
Sorprendente de día y hechizante de noche es el balcón perfecto desde donde uno es testigo de la frenética actividad que vive una ciudad como Bangkok, si cabe más impresionante desde semejante mirador, situado en un hotel por otra parte perfectamente ubicado en el barrio de negocios por antonomasia de Bangkok. Locales, turistas, ejecutivos tras su jornada laboral o de negocios en la ciudad se dan cita a diario para disfrutar de una alternativa de restauración y ocio casi imposible de encontrar en otro lugar de la ciudad. En todo caso el ambiente es selecto y fruto de ello son las exigencias en cuanto a vestimenta que impone la dirección del hotel para visitar su afamada terraza.
En cuanto al local en sí decir que se accede tras tomar el ascensor que conduce hasta la planta inmediatamente inferior a la terraza y subir la última planta a pie. Desde el mismo momento en que uno pisa la terraza se da cuenta de la magnitud de la misma, separada en 2 partes diferenciadas, tal y como apuntábamos anteriormente, el restaurante Vertigo en uno de sus lados y el Moon Bar en el otro.
Vertigo es un restaurante de cocina thai e internacional en donde los pescados y mariscos son los grandes protagonistas con permiso de la oferta en vinos y champagnes que se propone. Entorno a los 60 dólares por persona se puede comer o cenar mientras se disfruta de semejantes vistas, alumbrado, en el caso nocturno, por las numerosas luces de los rascacielos de la ciudad.
Moon Bar es la barra perfecta para un aperitivo durante el día o tal vez previo o posterior a la cena. Cocktails y combinados centran la oferta, siendo disfrutados en la propia barra o en las mesas adyacentes. Gente de negocios o por trabajo en la ciudad, parejas en luna de miel o grupos reducidos de amigos, locales y turistas, disfrutan normalmente, en un ambiente relajado, del lujo de disfrutar de un buen combinado en un lugar difícilmente superable, al menos en altura.
En conclusión, bien por su oferta de restauración en sí, bien por su bar, el Banyan Tree merece siempre una visita sea cual sea la época del año. Ah, y por cierto, el sitio no hace tanta gala a su nombre ya que no se experimenta una sensación de vértigo tan grande, en parte por los paneles que amparan la terraza de los fuertes vientos que a veces azotan a la ciudad. Además, cuando la meteorología no acompaña, el personal de la terraza reubica a los clientes en la planta 60, esta sí, convenientemente cerrada y protegida de cualquier inclemencia.
Colaboración especial: Rincones Secretos
