Vino María Remírez de Ganuza de Remírez de Ganuza



Los vinos de Remírez de Ganuza son sinónimo de calidad superior dentro de la más conocida denominación de origen de España, La Rioja. No se trata de una bodega centenaria ni su historia se relaciona con las grandes château francesas pero, sin embargo, gracias al trabajo y al esfuerzo diario de una familia obsesionada con la perfección, han conseguido elaborar caldos que impresionan en cualquier lugar del mundo.

El alma de la bodega es Fernando Remírez de Ganuza, probablemente el viticultor más estricto en el momento de seleccionar la vendimia. Fernando es un investigador inquieto y siempre busca nuevas herramientas para mejorar la forma de elaborar sus vinos. La Bodega es su casa y toda su vida gira en torno a ella. Destaca por su belleza, la limpieza de todas las estancias y la amabilidad de todos sus trabajadores.

El vino María Remírez de Ganuza tiene detrás una historia triste por el recuerdo de la joven María pero sin embargo engloba detrás una bonita iniciativa ya que sus ingresos se donan íntegramente a la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Ni que decir tiene que la familia ha echado el resto en su elaboración y el producto final va destinado a todos los sibaritas del mundo del vino.

Se elabora con uvas procedentes del mejor viñedo de la familia: La Coqueta. Luego, seleccionan las mejores barricas y finalmente mezclan la uva tempranillo con la graciano siendo predominante la primera de ellas. Tan sólo se han embotellado 3.000 botellas y no todas las sacarán a la venta por lo que es francamente complicado conseguir alguna botella. Sin embargo, el vino y la causa bien merecen el esfuerzo en conseguirla.

El envejecimiento en madera se realiza por un periodo de 22 meses y sobre barricas nuevas de roble francés. Por tanto, no se embotelló hasta finales de 2005, momento en el que inicia su envejecimiento en botella.

Se trata de un vino maravilloso desde que empezamos a mirar la preciosa etiqueta elaborada por un familiar hasta que nos terminamos la última gota de la botella. Desprende aromas de fruta fresca, tostados y minerales pero en líneas generales es bastante complejo en aromas. Sin duda, se trata de un vino amable pero potente y muy elegante.

En definitiva, un vino de una marcada personalidad que recuerda a una joven alegre, vivaz y divertida, como suelen ser todas las jóvenes de su edad que nunca deberían abandonarnos tan pronto.

El precio de este sueño es lo de menos pero superará los 100 euros por botella.

Colaboración especial: Rincones Secretos

Página Web Remírez de Ganuza