Si decir Chanel ya es sinónimo de lujo, cuando desde la casa de la camelia se proclama un producto como «Les Exclusifs» es rizar el rizo. Eso ha sucedido el año pasado con el lanzamiento olfativo más peculiar de la marca, diez perfumes al unísono para satisfacer el olfato de los más sibaritas. Recientemente se ha añadido uno más a la colección. A diferencia del resto de fragancias Chanel, estas creaciones se hacen en edición limitada (dado el coste y la disponibilidad de las materias primas olfativas utilizadas), la distribución es exclusiva para algunas boutiques de la casa (en España sólo las tienen en Madrid) y le hacen cero publicidad (no hay rostros famosos que las representen).
Los perfumes de la línea «Les Exclusifs» están inspirados en lugares o acontecimientos especiales en la vida de Cocó Chanel. Olfativamente, es todo un alarde creativo de Jacques Polge, el perfumista de Chanel, pues ha reformulado cinco perfumes antiguos de Ernest Beaux y compuesto seis fragancias nuevas. Una reivindicación merecida al carácter artesanal del perfume y la íntima relación entre este y el perfumista. En el laboratorio de Chanel, Jacques goza de total libertad para trabajar y en el resultado exhibe su talento inigualable.
Los antiguos (creaciones de Ernest Beaux):
- Nº 22: Un perfume de 1922 cargado de aldehídos al estilo del Nº5, pero aderezado con flores blancas. De hecho, es uno de los descartes que hizo Cocó entre las muestras presentadas para seleccionar el Nº5.
- Cuir de Russie: Creado por Ernest Beaux en 1924 es un perfume cuero clásico con todo el drama que encierran las fragancias de esta familia. Guarda cierta similitud con Tabac Blonde de Caron.
- Gardenia: Creación de 1925, un floral luminoso con aldehidos, azahar, jazmín y el olor narcótico de la tuberosa.
- Bois des Iles: En 1926 se presenta un perfume amaderado para mujeres, todo un reto. El perfumista de los zares obró el milagro de un perfume atemporal como más tarde experimentaría Serge Lutens con Feminite du Bois para Shiseido.
Los nuevos (creaciones de Jacques Polge):
- 28, La Pausa: Es la dirección de la casa de Chanel en la Riviera francesa. El perfume está construido en torno al iris con flores blancas y notas almizcladas. Una apuesta segura para mujeres románticas con la ternura a flor de piel.
- Bel Respiro: El nombre de su casa de Garches, en las afueras de París. Un perfume verde que recuerda el olor de la primavera, la brisa que ha traspasado los tallos y hojas del bosque.
- 31, Rue Cambon: La dirección de su tienda resuma un perfume Chipre sin «oakmoss«, todo un reto. Es un olor muy elegante, seco y almizclado. Los perfumes chipres son aquellos con una salida olfativa fresca, notas medias dulces compuestas por flores o frutas y una base seca y terrosa. Ejemplos clásicos de esta familia son Mitsouko de Guerlain, Aromatics Elixir de Clinique o Eau de Soir de Sisley.
- Nº 18: El número de la tienda de alta joyería Chanel en la Place Vendôme encierra un perfume inspirado en la frialdad de los diamantes. Es el perfume menos accesible de la colección. Según el propio Polge, el acorde metálico lo hace complicado al punto de provocar rechazo. Un acorde ambreta – rosa – iris con la ambreta o abelmosco como eje principal. Una semilla cuyo aceite es el sustituto vegetal del almizcle animal. La planta típica de la India produce un aceite más floral y dulce que el almizcle de ciervo. Éste no lo he olido, de momento no puedo dar mi opinión personal.
- Eau de Cologne: Contrario al Nº 18, éste es el más fácil y unisex de todos. Un agua de colonia clásica, fresca, llena de cítricos como la bergamota y neroli con un puñado de flores.
- Coromandel: Está inspirado en las pantallas chinas lacadas que coleccionaba Cocó y adornan su apartamento. Es un perfume barroco de la familia Oriental, pachuli en sus múltiples facetas en una base de maderas, ámbar y vainilla.
El recién llegado:
- Sycomore: Ha sido incorporado a la colección en 2008. Es la re-edición de un perfume de 1930 que no tuvo éxito.
Jacques Polge ha trabajado con Christopher Sheldrake, la pareja olfativa de Serge Lutens en Shiseido, en este chipre – floral con el vetiver como leitmotiv.
Los frascos rectangulares de 200 ml se venden por 185 euros.