El referente de S. Pellegrino ha vuelto a hablar. Como cada año, en su gala celebrada en Londres, la revista inglesa Restaurant Magazine ha dado a conocer su famosa lista con los mejores restaurantes del mundo.
Sin duda, la noticia más destacada es la primera posición de El Celler de Can Roca. Al fin, después de dos ediciones en la segunda posición, el pluscuamperfecto restaurante de Joan, Josep y Jordi -los hermanos Roca, ya convertidos en el mejor tridente culinario de la historia-, arrebata la 1ª posición al danés René Redzepi y la elegante rusticidad de Noma, que apenas se mueve hasta el 2º escalón.
A pesar de perder la última posición del podio, Aduriz reubica la sensibilidad de Mugaritz en el 4º lugar, superado por la magia italiana con la que Massimo Bottura seduce y provoca en la Osteria Francescana de Módena.
Pero la restauración española sigue firme, con sobradas muestras, como la de Arzak, donde el binomio Juan Mari + Elena parece estar abonado a un 8º lugar que les pertenece desde 2008. También luce Quique Dacosta, que escala nada menos que 14 puestos para colocar la cocina de fantasía de Dénia en una destacada 26ª posición. Y siguen vivas las brasas del Asador Etxebarri, que desciende del 31º al 44º.
Pero además, en esa segunda parte menos mediática de la lista, entre los segundos 50, doble presencia española: Martín Berasategui en el 64º, y Tickets, el festival de las tapas de Albert Adrià, gran olvidado de la Michelin, en el 77º.
Nueva York saca más pecho que nunca con el valor al alza de Eleven Madison Park (5º), probablemente junto a Alinea (15º) en Chicago los restaurantes con mayor potencial actual en Estados Unidos; el eterno Per Se (11º) de Thomas Keller –quien también mantiene su French Laundry en el 47º-; el elegantísimo entorno de Le Bernardin (19º); o las influencias galas de Daniel (29º). Demasiado premio, quizás, en comparación con los resultados de grandes locales franceses, cuya alta concentración dispersa en exceso el voto del jurado. Hay que buscar en el 16º para encontrar el primer representante francés, con el gran producto natural de L’Arpège. Resiste la sorprendente 18ª posición de un ‘modesto’ La Chateaubriand. Y hacen también acto de presencia L’Astrance (23º) y la incombustible barra de L’Atelier Saint Germain (24º) del grandísimo Robuchon. De ahí hasta Le Septime (49º), un único respresentante francés no parisino: Mirazur (28º), esa joya marinera del pujante Mauro Colagreco. Las implacables modas empujan hacia abajo a iconos como Pierre Gagnaire (51º), Bras (69º), o la Maison Troisgros (94º).
Volviendo a la parte alta, el brasileño D.O.M. de Alex Atala se queda con el 6º puesto, a pesar de que su reciente aparición en la lista de las personas más influyentes del mundo que elabora la revista Time hizo pensar a muchos en un posible reinado brasileño. También luce Heston Blumenthal, principalmente en su londinense Dinner (7º), ya que el mítico The Fat Duck se queda esta vez en el 33º. Completan el Top-10 el vienés Steirereck (9º), con su descomunal carta de vinos, y el germano Vendôme (10º).
A destacar también la llegada de refuerzos de la cocina nórdica, con el sueco Frantzén/Lindeberg (12º), la consolidación de la mexicana (Pujol, 17º y Biko, con los españoles Bruno Oteiza y Mikel Alonso, 31º), la lenta pero segura evolución de Gastón Acurio en su Astrid y Gastón de Lima (14º), y la poderosa entrada en escena del australiano Attica, que se va directo al 21º.
En los premios especiales, el galardón a la mejor cocinera es para Nadia Santini (Dal Pescatore), que releva a Elena Arzak; el reconocimiento a la carrera ha sido otorgado a nuestro admirado Alain Ducasse; y la elección de los cocineros ha recaído en la cocina molecular de Grant Achatz, en Alinea.
Enhorabuena a todos ellos y nuestro agradecimiento por esos pequeños grandes ratos de felicidad.
Colaboración especial: Dani – CaviarBCN
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