Rolls-Royce, la marca (con sede en Goodwood, Inglaterra) de automóviles de lujo por excelencia, ha hecho oficial su renovado Phantom Drophead Coupé, la versión descapotable del Phantom Coupé. Un vehículo de ultra lujo muy sibarita. Os presentamos el Rolls-Royce 2013 Phantom Drophead Coupé.
Este vehículo de elegancia (Ian Cameron es el Jefe de Diseño) prácticamente insuperable (aunque a algunos puede parecerle poco atractivo hay que reconocer la enorme exquisitez que desprende), clásico pero moderno, monta un motor (ensamblado a mano) 6.75 litros V12 de inyección directa (de gran potencia; el 75% del par está disponible desde las 1.000 rpm) y una nueva caja de cambios automática de 8 velocidades.
La estructura, el chasis, del Phantom Drophead Coupé ha sido fabricada en aluminio. Más de 500 trozos forman parte de la misma y con más de 100 metros de soldadura la hacen muy ligera a la vez que resistente. El parabrisas envolvente ofrece una óptima protección en caso de vuelco. En caso de impacto o accidente, el sistema ISIS es capaz de realizar hasta 4.000 cálculos por segundo, estableciendo de esta forma la gravedad del mismo, aplicando en consecuencia los sistemas de seguridad adecuados como el sistema inteligente de frenado o los controles de estabilidad y tracción, por ejemplo.
Los faros adaptativos de tipo LED harán reconocible el Phantom Drophead Coupé tanto si es de día como de noche. Hay 16 colores para elegir el color de su carrocería (se aplica un mínimo de 5 capas) aunque, gracias al exclusivo programa Bespoke, la variedad se amplía hasta 44.000 matices. Si, si, habéis leído bien, existe la posibilidad de elegir entre más de 44.000 colores (o mejor dicho, tonalidades). Como curiosidad, indicar que la tapa de la llanta (de 21 pulgadas) donde figuran las iniciales RR, siempre está en la posición correcta para que éstas sean perfectamente visibles. Sin duda, un pequeño gran detalle. Como opción personalizable (una de muchas), encontramos el hecho de pintar su gran capó de un color (con un brillo especial) diferente al de la carrocería.
Al final del capó, haciendo aún más imponente su frontal y como no podía ser de otra forma, la figura que se inclina hacia el viento, el “Espíritu del Éxtasis” (símbolo de la marca), adquiere todo el protagonismo que se merece. Sublime.
Se trata de un vehículo de 4 plazas y 2 únicas puertas que, se abren en la dirección contraria a la habitual, es decir, hacia atrás, otorgándole un aire de sofisticación al conjunto. La capota además, está compuesta por 5 capas garantizando de esta forma una muy buena resistencia y una excelente insonorización.
El interior, totalmente a la altura de la categoría del vehículo, es muy elegante y recuerda al de un lujoso yate gracias al uso de la madera de teca (en un mismo Rolls-Royce 2013 Phantom Drophead Coupé siempre se utiliza la madera de un mismo árbol). Las más de 450 piezas de piel (de alta calidad) que se emplean en este Rolls-Royce se cortan a láser y se cosen íntegramente a mano para crear una tapicería perfecta, suave y uniforme. Las alfombras son de lana de cordero. Un ejemplo de la avanzada tecnología que encontramos en su interior son: navegador de 8,8 pulgadas (se oculta eléctricamente convirtiéndose en un elegante reloj analógico) con mapas en 3D, topografía del paisaje y visitas guiadas, sistema de sonido envolvente Harman Kardon LOGIC7 y un completo sistema de cámaras (frontales, laterales, posteriores y superior).
Por si fuera poco, además, gracias al programa Bespoke es posible adquirir productos tan sibaritas como: una exclusiva cesta de picnic o un refrigerador que queda oculto bajo el suelo del maletero. Evidentemente, todo hecho para la ocasión, a medida para este Rolls-Royce.
Se necesitan 60 personas y más de 450 horas para construir cada uno de estos Rolls-Royce, así que, si algún día circulando por la carretera, tenéis un Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé detrás, dejadlo pasar. Aunque sólo sea para admirarlo. Refinamiento en estado puro.
Más información: Rolls-Royce 2013 Phantom Drophead Coupé.
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