Existen varias especies de bacalao (Gadus morhua), el sabroso pescado de los mares más fríos del norte. Sin embargo, centraremos este post en el que, muy probablemente, podría considerarse el más delicioso y exquisito. Nos referimos a Skrei, el bacalao de los sibaritas.
Este apreciado bacalao, el Skrei, vive en el Mar Barents (en pleno Océano Ártico). Al llegar a su madurez sexual, se desplazan, migran, miles de kilómetros (más de 4.000), hasta las Islas Lofoten (archipíelago compuesto por 365 islas, ubicado al norte de Noruega) con el objetivo de desovar. Allí encuentran aguas cristalinas y tranquilas, de una temperatura más cálida.
El largo trayecto que deben recorrer hace única la carne del Skrei. Tanto el cambio de su alimentación como la sobre ejercitación de sus músculos hacen que su carne sea firme, blanca y con la cantidad justa de grasa.
Todo el proceso, desde su captura (la cual está controlada y se produce entre los meses de Enero y Abril) hasta su comercialización, pasando por su tratamiento, se realiza bajo unos controles de calidad de lo más exigentes. De hecho, en su aleta, se coloca un sello que garantiza que se trata de un ejemplar Skrei.
Durante la conservación y transporte de este bacalao, la temperatura nunca es superior a los 4 ºC. Se coloca en cajas que aseguran que los bacalaos no se aplasten, cada pieza se empaqueta con una lámina que separa la piel de dos bacalaos distintos y si se envían fuera de Noruega, se evisceran (se les extrae los intestinos) para prolongarles su frescura.
Este bacalao no necesita desalarse, dado que se trata de pescado fresco. Todo lo contrario, para cocinarlo, se le debe añadir sal. Recomiendan “bañarlo en sal” (100 gramos de sal por cada litro de agua) antes de cocinarlo para potenciar su aroma, textura y sabor.
Vídeo Skrei. El Bacalao más sibarita
Más información: Skrei, el bacalao de los sibaritas